Amuletos y Talismanes su significado Mágico
Parte I
El Amuleto es un objeto desgatado que se cree que protege contra el mal natural o sobrenatural, y fue utilizado por civilizaciones antiguas y en distintas religiones, simbolizando una fuerza mágica que crea una relación entre esa fuerza y el que lo porta. El Amuleto puede ser de oro, piedra, bronce, piedras preciosas, loza, etc.
El talismán es un objeto inanimado consagrado por un ritual religioso o mágico, que según se cree posee una cualidad sobrenatural, otorga beneficios y poderes a quien lo porta.
Originalmente el Talismán era un círculo de metal o piedra grabado con inscripciones astrológicas o cifras mágicas. Luego aparecieron pergaminos, figuras, imágenes con escrituras, símbolos, etc. que comparten esa designación de Talismán.
Desde la más remota antigüedad, los talismanes fueron utilizados por las diferentes culturas.
En lo que se refiere a los amuletos del Antiguo Egipto tienen forma de escarabajo.
El talismán es un objeto inanimado consagrado por un ritual religioso o mágico, que según se cree posee una cualidad sobrenatural, otorga beneficios y poderes a quien lo porta.
Originalmente el Talismán era un círculo de metal o piedra grabado con inscripciones astrológicas o cifras mágicas. Luego aparecieron pergaminos, figuras, imágenes con escrituras, símbolos, etc. que comparten esa designación de Talismán.
Desde la más remota antigüedad, los talismanes fueron utilizados por las diferentes culturas.
En lo que se refiere a los amuletos del Antiguo Egipto tienen forma de escarabajo.
En la Antigua religión egipcia el símbolo más importante era el Scarabaeus Sacer que se encuentra en joyas, pinturas, glifos y arte.
Representa el símbolo cíclico del sol es al mismo tiempo un símbolo de resurrección.
La imagen del Sol que renace de sí mismo “Dios que deviene”. En la pintura egipcia el escarabajo lleva la bola enorme del sol entre sus patas, como el dios solar vuelve de las sombras de la noche, el escarabajo renace, según se dice de su propia descomposición; o hace rodar una bola de fuego en la cual ha depositado su semilla. Es llamado comúnmente el dios Khepri, “el sol naciente”.
Representa el símbolo cíclico del sol es al mismo tiempo un símbolo de resurrección.
La imagen del Sol que renace de sí mismo “Dios que deviene”. En la pintura egipcia el escarabajo lleva la bola enorme del sol entre sus patas, como el dios solar vuelve de las sombras de la noche, el escarabajo renace, según se dice de su propia descomposición; o hace rodar una bola de fuego en la cual ha depositado su semilla. Es llamado comúnmente el dios Khepri, “el sol naciente”.
En la escritura egipcia, la figura del escarabajo con las patas extendidas, corresponde al verbo kheper que aproximadamente significa “llegar a la existencia tomando una forma dada “.
Los escarabajos fueron llevados como amuletos eficaces (el insecto escondía dentro de sí, el principio del perpetuo retorno).
Se colocaban sobre las momias dotadas de alas de halcón desplegadas,
como en el sarcófago de Tuntakhamon, los escarabajos servían de Talismanes y eran invocados según una fórmula del Libro de los Derechos, como “el dios que está en mi corazón, mi creador que cuida mis miembros”.
El corazón del difunto en la escena de la psicostasia, era el testimonio moral del muerto, el juicio de su conciencia.
Era importante para el acusado conciliarse con esta parte de sí mismo, que podía decidir su salvación o su condenación.
También se colocaba sobre el corazón del difunto un amuleto que representaba un escarabajo, para impedirle testimoniar contra el muerto: el escarabajo del corazón.
“El corazón es la conciencia: él dirige al hombre y lo censura; es un ser independiente, de una esencia superior que reside en el cuerpo”.
El simbolismo del escarabajo provine esencialmente de las costumbres del escarabajo pelotero, o boleto que hace rodar su bola, figura del huevo del mundo, de donde nace la vida, la manifestación organizada. Se considera así que el escarabajo se engendra de sí mismo.
En un antiguo sarcófago en un museo de Viena puede leerse “el corazón del hombre es su propio dios”.